Sentados en un palet, fumando unos cigarros, intentábamos recordar cual fue nuestra última Replay. Fíjate si habrá pasado tiempo que nadie atinó a recordar pero si llegamos a la conclusión de que había sido «long time ago». Y mucho tiene que hacer a estas alturas Replay para que te haga cogerte el coche, pegarte la kilometrada, pagar la millonada y aterrizar en Pinto para pegarte las horas de fiesta que puedas o te dejen. El caso es que se han juntado esos 3 o 4 detalles que hacen que, todo lo mencionado quede en un simple «todo tiene solución menos la muerte» y allí que te plantas con tus mejores galas (Coloridas si puede ser).
El reclamo principal estaría en la llegada a la terraza cubierta de ese sonido ni Techno, ni House, ni muy rápido ni muy lento, ni muy espacial ni muy contundente que a partir de ahora llamaremos sonido «Correspondant» y que tan bien han sabido acoger los chicos de Rotten City con su pope Alvaro Cabana, los Jackwasfaster y los Javi Redondo. Acompañaron a Jennifer Cardini rozando la excelencia, eso es así. Si a eso le sumas 3 horas de un Sven Vath que a priori ha vuelto a coger forma y un solete más que apetecible, el resultado es un parking repleto hasta la bandera y una cola como nunca vista cuando a eso de las 17 de la tarde nos agolpábamos unos cuantos a las puertas de Groove apurando la «oferta» de conseguir una copa con nuestra entrada.
Franqueado este punto, se nos abría una Replay de las buenas, con una terraza presentando un color digno de las grandes ocasiones y un Jackwasfaster poniendo a bailar a ese público tan dificil y heterogeneo que a veces puede congregarse en una pista de baile y más sabiendo que la noche pintaba bastos y la anterior había pintado CODE. Vamos que la cosa no estaba para sutilezas ni desarrollos y el directo se desarrollaba en una clave a la que nos nos tenía acostumbrados. Alvaro Cabana cogía el testigo con la cosa bastante caliente, destrozaba la pista con un vocal de los que saben a sol y a ginebra fresca. Todo fluía a la perfección y la terraza cubierta lanzaba destellos de grandes tardes al aire libre (Bendita Crystal Club). La apoteosis se vivió en las siguientes, que se yo, ¿3 horas? de Jennifer Cardini, la cual llegaba con ciertas dudas tras su pasado «minimal». Claro que hoy comanda el sello que aglutina un sonido que se encuentra en pleno crecimiento y camino del hype, lo cual ayuda y bastante a cuajar un set de muy alto nivel técnico y una evolución exquisita, dejando joyas de Moscoman, Zombies in Miami, Red Axes, Patrice Baumel y un remix sedoso del «Domino», requisito indispensable para que la gente menos erudita se lo goce, también tienen derecho.
Sven Vath llevaba ya tiempo azotando la sala principal con ese techno de nueva generación, color negro y aire berlinés pero claro, cuesta hacerse a la pista central tanto y que los energúmenos y tontos que pueblan nuestras pistas de baile decidan que es buen momento para darse de hostias y eso nos aleja y mucho de Papa Sven y un set que hasta el momento dejaba a la gente bastante indiferentes salvo alguna subida de sabor turbinero. Vuelta a la terraza donde la cosa siempre ha sido más disfrutona y el público más divertido y tolerante: Verdadero publico de club y con ellos, juntos 1 hora más para que Javi Redondo pusiera el broche y la guinda a una tarde de Domingo de lo más productiva. Nos veremos el día del libro 😉