Un clubber en el barrio de Salamanca: Descubriendo Goya Social Club

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Pocas cosas hay más extrañas en la ciudad de Madrid que adentrarse en uno de los barrios más elitistas de Madrid para una noche de House y algo de Nu-Disco. Es algo que no pega en la milla de oro madrileña. Por eso (Y aun a pesar de visitar la sala que alberga le techno-housera noche de ReClub) todos ibamos con esos nervios de club nuevo y noche grande, con las mariposas de la incognita revoloteando.

Cuando la noche va de bailar algo conocido y especifico, lo que más alegra la entrada en un club es ver la lista de entradas anticipadas a rebosar. Es el pulsometro de la noche, la diferencia entre sesiones insulsas y de conexión cero con el artista, o bien, comunión perfecta, canciones que se cantan a voz en grito. Ayuda a meterse en el papel el reparto de guantes y varitas magicas (Seña de identidad de The Magician, el invitado de la noche).

La entrada al club se realiza por un pequeño pasillo que da paso a un club coqueto, pequeño, acogedor. A los lados una serie de reservados y en el centro la pista de baile escalonada que permite sumergirse en el mar de cuerpos danzantes al ritmo de Future House (Del de verdad), Deep y algo de UK Garaje que suelta uno de los Djs residentes a modo de warm-up (Un warm up de esos de ayudar al equipo por encima de todo, de chapeau).

La duda que queda en ambientes donde las botellas vuelan entre barra y reservado bajo la luz de las bengalas, es el baile del publico y la acogida que tendrá el invitado en cuestión. Sobre lo primero poco que reprochar al publico mayoritariamente guiri de la sala, aunque la muchachada local, también levantaban los brazos al aire. The Magician hizo el resto con el respetable, aprovechando su house suave y vocal, algo moñas en ocasiones y previsible en otras (Tiene 15 producciones y ese es su set) para provocar momentos de alto voltaje en la reducida pista de baile presisidas por una pared de ladrillo visto (Love It) y el logo del club. El más que notable sonido hizo el resto, dando lugar a una sesión divertida, bailable y cantable.

Mención especial para los residentes del local (Unos desconocidos para mi Taak y Georgeous). warm up de altos quilates, sin querer destacar y dando la bienvenida al publico sin ir pasado de vueltas como suele ocurrir en la capital. Cierre de la noche tal vez algo facilón, pero son las 5 AM y la cosa no está para experimentos. House con toques Deep, vocales clasicas y guiños al publico europeo de la sala.

Larga vida a este pequeño club, de gusto musical exquisito, ambiente familiar y precios elevados. Volveremos