Bailando en la Tierra

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Ya tenía yo ganas de catar esta apuesta. Me había quedado con las ganas de ir a la nueva sala Blackhaus (Antiguo Buda) otrora paraíso de futbolistas y celebrities y, reconvertida los Domingos gracias, creemos, al polifacético Angel Sanchez (Con su a.k.a Polite), en Tierra; sesión que aúna los nuevos sonidos lentos, primos hermanos del progressive house que tanto están pegando a nivel mundial. No en vano Satori fue el primer invitado de la fiesta y para esta ocasión el turco Oceanvs Orientalis sería el maestro de ceremonias principal, bien flanqueado por sospechosos habituales de la escena «Nomada» como Al Aaraf y Russ Farelo junto con los chicos de Ibiza Sonica: Igor Marijuan y Valentin Huedo.

A eso de las 23:00 ya flanqueábamos la puerta de la sala situada en la Carretera de La Coruña. El menú musical se completaba con un mercadillo, maquillajes tribales, un pequeño cocktail en su terraza cubierta y el warm-up rozando el house de Igor Marijuan, ataviado por supuesto, para la ocasión. Entre medias de tanto fasto, 3 bailarinas de vientre dominaban la oista de baile, eso cuando bailarines con mascaras y lanzas bailaban alrededor de los allí presentes. Nos acercamos a la barra y un chico con rastas nos vende unas ginebras maceradas con miles y miles de botánicos. Se llaman Infused Craft Spirits y nos llevamos con ellos 2 alegrias: La primera comprobar que tras el cuarto de hora largo de explicación sobre sus brebajes, aquello sabía bien. La segunda llegó al desenfundar nuestra VISA (Porque a estos sitios hay que ir dispuesto a hacerle surco a la misma) y comprobar que el esperado palo no iba a ser tal: 10€ por consumición.

Ya pululaba por la sala un señor con gabardina que intuimos era Oceanvs, que es turco y se llama en realidad Safak Oz Kutle. El warm-up lo realizaba una jovencísima Clara Brea un tanto fría como el ambiente en la sala, que iba a ser tónica habitual en la velada no consiguiendo reunir más de una centena de personas VIPs y chicas de imagen incluidas. Merece la pena eso si hacer un paro en lo musical para admirar la sala Blackhaus, con dos anfiteatros dedicados a reservados, una pequeña pista enfrente de la cabina del dj con apenas 20 metros de espacio entre la misma y la barra (Donde la cosa se había puesto ya en 12€ el Gin Tonic). Mención especial vamos a hacer a una decoración cuidada, y un sonido impresionante, yo diría que a la altura del top 3 en la capital (Junto con Macumba y Goya Social Club). Nítido, con pegada y presión en el pecho como nos gusta y como le presta a ese estilo tan personal y pausado con el que nos embriaga el bueno de Safak (Como tiene que sonar allí el Despacito). Vamos que en Blackhaus se ha metido pasta y todo gracias al señor Kahn que celebra su cumpleaños con 2 botellas de 5 litros de vodka Belverede, bengalas por doquier y 3 tailandesas de escándalo.

Total que allí estábamos rodeados de hombres con máscaras al son que marcaba Oceanvs, tio timido y soso donde los haya pero que supo sobreponerse a la frialdad de la noche (No solo climática) y nos regalo más de 2 horas de house tribal, progresivo rozando el techno profundo y progresando de los 110 bpm a los 120 bpm con una facilidad pasmosa, cortando y saliendo al paso gracias a su Ableton Live, intercalaba vocal con profundidad sin dejar de lado el baile. De cerrar los ojos y dejarse llevar, mecidos en el subgrave del garito que te llevaba en volandas. El sonido es el jugador número 12 en este caso. De Valentin Huedo poco más podemos decir ya que la noche no incitaba al jolgorio (Cosas de llevar el coche y venir de viaje).

Ya fumando el último piti, en el parking, comentamos la jugada extrañados de la apuesta tan importante a nivel producción que están realizando desde esta nueva sesión. Comentamos lo desacertado del día en que se celebra, los Domingos en la capital tienen nombre propio y es Cassette (Si acaso algún Row o Replay puedan ser competencia puntual). Lo desacertado de la sala, templo del pijerío madrileño y que, aunque si pueda servir de refugio al fan de las Flower Power Ibizencas, no creo que haya calado entre el público ni clubber, ni hedonista. El caso es que siguen adelante con su programación, Nico Stojan será el siguiente y siguen apostando por el amplio horario y ampliando las actividades paralelas. No se si volveremos, pero larga vida a Tierra.